InicioMujeresMyra Hess, la pianista que subió la moral británica durante la II...

Myra Hess, la pianista que subió la moral británica durante la II Guerra Mundial

Myra Hess fue una de las pianistas más virtuosas que ha dado el Reino Unido, además de una de las más queridas por el pueblo. Esto último se debe a que su fama nunca afectó a su personalidad abierta y cercana y a los conciertos que dio durante la II Guerra Mundial para elevar la moral de los ciudadanos. También era muy querida por la realeza británica, que le llegó a conceder el título de Dama de la Orden del Imperio Británico, lo que equivale al título de Sir en los hombres.

Myra Hess, una pianista hecha poco a poco

Julia Myra Hess nació en Londres, en 1890, en el seno de una familia judía. La menor de cuatro hermanos, comenzó a tomar lecciones de piano con solo cinco años.

Con 12 años, ganó una beca para estudiar en la Royal Academy of Music. Allí conoció a su mentor, Tobias Matthay, figura clave en el desarrollo de su talento. Aunque siempre mostró dotes para el piano, nunca fue considerada una niña prodigio y no sería hasta los 17 años que hizo su debut profesional, algo que ella ha agradecido siempre.

En 1922, hizo su primer concierto en Nueva York y empezaría una gira por todo EEUU, tanto como solista como con orquestas, en la que se consolidaría como pianista. Durante los años 30 realizó numerosas giras por Francia, Alemania, Holanda y Austria con las que su prestigio no dejó de crecer. Tanto fue así que, en 1936, fue nombrada «Companion» del Impreio Británico.

Sin embargo, fue su valor y el compromiso con su país durante la Segunda Guerra Mundial lo que acabaría convirtiéndola en una heroína para su pueblo.

Los conciertos de la II Guerra Mundial

A la vez que la fama de Myra Hess crecía durante los años 30, algo mucho más maléfico se extendía por Europa: el nazismo.

En 1933, Hitler alcanzó en poder en Alemania y, poco a poco, la idea del III Reich fue cogiendo fuerza. Alemania se anexiona Austria en 1938 y en el 39, invade Polonia, comenzando así la II Guerra Mundial. Durante 1940, Alemania invadió Francia y se situó a las puertas de Gran Bretaña, que era el siguiente paso en los planes de Hitler.

Si bien los nazis nunca pudieron invadir Inglaterra, los bombardeos sobre sus ciudades fueron constantes. En este contexto, podemos comprender que no se hiciesen conciertos en Inglaterra: los jóvenes marchaban al frente, la economía y la industria estaba centrada en la guerra y encontrarte en una sala de conciertos atestada de gente no era el mejor sitio para que te pillase un bombardeo.

Sin embargo, Myra Hess no quiso renunciar a dar conciertos. Sabiendo del poder de la música para levantar la moral, inició una serie de conciertos a bajo coste (o a veces gratis) para que pudiera asistir todo el mundo. Las salas de conciertos estaban cerradas, así que los conciertos de Myra tenían lugar a media mañana en una sala de la National Gallery de Londres.

La paradoja de estos conciertos es que Myra amaba la música alemana: Bach, Beethoven, Brahms, etc y no estaba dispuesta a renunciar a ellos. Así que muchas veces interpretaba a estos autores en sus conciertos, combatiendo las bombas alemanas con música alemana.

Myra estaba en lo cierto y los conciertos sirvieron para levantar la moral de los ciudadanos de Londres. Los conciertos eran un éxito de público al que acudía desde gente pobre hasta la reina de Inglaterra, que llegó a personarse en un concierto. Los conciertos de Myra en la National Gallery tuvieron lugar del 39 al 46 y la convirtieron en una especie de heroína londinense. Por su contribución a la guerra fue nombrada Dama comendadora de la Orden del Imperio Británico.

Tras la guerra, continuó su labor como pianista de éxito por todo el mundo, tanto en solitario como en conjunto con otros grandes músicos. Algunas de sus interpretaciones son consideradas como las que hizo de Brahms junto a Isaac Stern y Pau Casals, se encuentran entre las mejores del mundo.

En 1960 sufrió un grave deterioro de salud que, prácticamente, la obligó a retirarse de la vida como concertista. Murió en 1965 a los 74 años de edad.

Agus Rodríguez
Agus Rodríguez
Creador de contenidos online y experto en marketing digital y RRSS. Cofundador de Maldito Piano. Amante del deporte y la buena comida. La música me ayuda a viajar cuando mi presupuesto no me lo permite.

DEJA UNA RESPUESTA

Deja tu mensaje
Por favor, escribe tu nombre

ENTRADAS POPULARES