Fanny Mendelssohn fue una gran pianista y compositora que, como tantas otras, se vio ninguneada por las convenciones de la época hacia las mujeres. Sus obras gustaban, y mucho, pero el éxito por ellas se lo llevaba su hermano.
Nacida en Berlín en 1805, Fanny Mendelssohn fue la mayor de 4 hermanos. De familia judía acomodada, los padres siempre velaron porque sus hijos recibiesen formación musical. Ella sin duda, era a la que mejor se le daba. Prueba de ello es que siendo aún una muy pequeña ya interpretó de memoria para su padre, 24 composiciones de El Clave Bien Temperado de J.S. Bach.
El profesor de los hermanos era Carl Friedrich Zelter, gran amigo de Goethe, con el que se enviaba cartas frecuentemente. Precisamente, se conservan algunas en las que habla del talento asombroso e innato de la niña. Incluso llegó a llamarla «su alumna más destacada».
Por desgracia, en la época se seguía viendo mal que una mujer compusiese o fuese solista. Así que sus padres no apostaron por su futuro musical y la obligaron a centrarse en aprender a ser una buena esposa y madre.
Pero Fanny Mendelssohn no estaba dispuesta a tirar por la borda su pasión por la música, así que siguió componiendo pero sin firmar sus creaciones. Precisamente aquí es donde su hermano Félix, también compositor, supo aprovechar la ocasión. Para «ayudarla», incluyó varias de sus composiciones en su repertorio, pero firmadas con su nombre: Félix Mendelssohn.
Solo se conoce una ocasión en la que Félix fue honrado y admitió que las piezas que acaba de tocar en su concierto habían sido compuestas por su hermana y no por él. Este concierto fue para la reina Victoria, quien afirmó que su preferida era precisamente una de las piezas de Fanny.
Esto ocasionó múltiples controversias y dificultades para saber a ciencia cierta qué obras habían sido compuestas por Fanny y cuáles por Félix. Tanto es así, que se duda de que la popularización del género de la «canción sin letra», achacado a Félix, sea en realidad gracias al arte de Fanny.
Félix nunca movió un dedo por ayudar al reconocimiento de su hermana o para que pudiera tener una carrera musical. En cambio, se implicó al máximo con la de Clara Schumann. Se ve que si la mujer te gusta, la colaboración fluye mucho mejor.
Quien sí que animó a Fanny a tratar de lograr una trayectoria musical, fue su marido Wilhelm Hensel, uno de los mejores pintores de la corte. Se conoce que él mismo decoraba con dibujos las partituras que publicó en su etapa de casada. Animada al ver que estas piezas se vendían bien, decidió dar su primer concierto de piano como solista, tocando el concierto nº 1 de su hermano. De nuevo, Félix no la ayuda y se el acto se logra hacer gracias a su esposo.
El 14 de mayo de 1947 Fanny sufre un derrame cerebral mientras estudiaba al piano una pieza compuesta por su hermano. Falleció de forma inmediata y tenía 41 años. Tras su muerte, el hermano comenzó a sentir profundos remordimientos y trató de difundir las composiciones de su hermana. Aunque quizás la ayuda ya llegaba un poco tarde, Félix.
Su legado está formado por 466 obras, al menos hasta el momento, ya que se continúan encontrando piezas de demostrable autoría suya. No se sabe si seguirán apareciendo partituras de Fanny, lo que sí es cierto es que en los últimos años se están realizando labores de recuperación de sus trabajos y las piezas de Fanni se están incorporando a los repertorios de los conciertos y grabaciones de discos de piano actuales.