La figura de Johannes Brahms es una de las más sólidas del panorama musical de la segunda mitad del siglo XIX. Uno de los responsables de su fama fue el propio Robert Schumann, quien lo cubría en alabanzas. Sin embargo, Brahms también tuvo detractores a lo largo de su carrera, sobre todo por parte de los admiradores de Wagner.
En total se conservan tres sonatas para violín y piano compuestas por Brahms, aunque esto no significa que no hubiera compuesto más. A través de testimonios de sus amistades y documentos de la época, sabemos que tenía una sonata juvenil para esta instrumentación, otra de cuando se llevaba bien con el violinista Remenyi (ambas desaparecidas), y otras dos que el propio Brahms confesó que le parecían mediocres y por eso él mismo las destruyó.
La Sonata Op.5 para violín y piano.
De las tres sonatas que se conservan para violín y piano, nos centraremos en la Op. 5, que compuso tras conocer a los Schumann.
Brahms conoció a los Schumann en el año 1853. En ese mismo año vio la luz su Sonata Op.5, con su precioso Scherzo para violín y piano. A pesar de ser compuesta en 1853, no llegaría a publicarse hasta 1906.
Esta sonata la compuso con el fin de felicitar al famoso violinista Joachim cuando llegase a Düsseldorf y de paso, en caso de tenerla acabada, enseñársela a los Schumann en su encuentro.
Dicha sonata tiene 4 movimientos, pero no todos los compuso Brahms. Es más, él solo compuso uno de los cuatro. El primero movimiento lo compuso el compositor y director de orquesta alemán Albert Dietrich. El segundo y el cuarto fueron compuestos por el propio Robert Schumann. Por lo tanto, Brahms solo compuso el tercero, basándose en el primero de Dietrich, pero también con profundas influencias de su admirado Schumann.
Este tercer movimiento, Scherzo, está compuesto en compás de 6/8 y tonalidad de do menor. A pesar de que se basa en el movimiento que compuso Dietrich, en el de Brahms podemos ver una fuerte esencia del estilo compositivo de Robert Schumann.
Gracias a las publicaciones de la época, sabemos que esta obra fue estrenada por Joachim y Clara Schumann. Al tocarla, Joachim reconoció a la perfección quién había compuesto cada movimiento, excepto el de Brahms con el que tenía dudas, debido a las influencias que te acabamos de contar. Al final, cosas de la música, de los cuatro movimientos que había en su momento, solo fue publicado el de Brahms.
