«El piano inmortal» (Inmortal Piano) es un piano de belleza y sonido inigualable que fue tocado, entre otros, por Camile Saint-Saens, Franz Liszt y Arthur Rubinstein. También se conoce como «El piano del rey», «El piano de Siena» y «El piano de arpa de David».
Fue construido en Turín a principios del S XIX, estuvo presente en la Feria de París de 1867 y sobrevivió a la II Guerra Mundial.
Además de su por su increíble manufactura, este piano alcanzó el status de leyenda gracias a un libro del afianor de pianos israelí Avner Carmi. Este libro, en teoría biográfico, mezcla hechos reales y otros que no lo son tanto, bajo el título «El piano Inmortal».
Una historia de leyenda
La historia que cuenta Avner Carme en su «Piano Inmortal» bien podría tratarse de una novela de ficción con un piano como protagonista. Si bien es cierto que cuenta con muchos datos rastreables en la historia, otros no lo son tanto. En cualquier caso, preferimos relatar la historia como él nos la cuenta y que cada uno decida qué elementos son ciertos y cuáles no.
El nacimiento de «El piano de Siena»
El fabricante de clavecines Sebastiano Marchisio comenzó a fabricar un piano vertical a principios del S XIX en Turín. No tuvo tiempo de acabarlo en vida, así que el piano fue terminado por sus hijos y nietos hacia mitad de siglo.
A simple vista era un piano normal, pero se dice que su sonido era distinto al de cualquier otro. Se decía del sonido que emitía que «era como el de un harpa, cristalino y más suave que el de un clavicordio».
¿Qué era lo que provocaba este sonido tan característico? Su caja de resonancia era excepcionalmente fina (apenas 1,5 cm) y además, solo tenía 4 traviesas. Pero se dice que el elemento clave era su madera. Sebastiano Marchisio utilizó las madera de las vigas de cedro libanés de una iglesia local que se había derrumbado tras un terremoto. Los lugareños afirmaban que esa madera venía del mismísimo Templo del Rey Salomón de Jerusalén. El emperador Tito saqueó Jerusalén en el años 40 a.c., llevando gran cantidad de objetos de valor a Roma, entre los que se encontrarían dichas vigas.
El piano acabó en manos de Rebecca, nieta de Marchisio, como regalo de bodas. Ella vivía en Siena y allí se utilizó en multitud de actuaciones públicas. Fue allí donde adquirió su fama y su primer nombre.
Una nueva apariencia, «El Piano del arpa de David»
A medida que el piano iba ganando fama, empezó a decirse que su aspecto no estaba a la altura de su sonido, así que se decidió dotarlo de una nueva apariencia. El escultor Nicodemo Ferri y el arquitecto Carlo Bartolozzi fueron los encargados de darle una nueva cubierta.
El resultado fue espectacular, con un intrincado diseño que incluía símbolos clásicos, arabescos, máscaras, animales y querubines. El diseño también incluía retratos de los maestros Mozart, Händel, Gluck y Cherubini.
Bajo el teclado, se encuentra uno de los motivos principales del piano, el arpa de David. Este ornamento es el que le da otro de sus nombres: «El piano del arpa de David».
«El Piano del Rey» de Italia.
En 1868 la ciudad de Siena adquirió el piano y se lo regalo al Principe Heredero Umberto como regalo de bodas. El encargado de tocar en la presentación oficial del piano fue el mismísimo Franz Liszt.
Umberto se llevó el piano al Palacio del Quirinal, en Roma. 10 años después fue nombrado rey. Así fue como el piano comenzó a conocerse como «El Piano del Rey».
Años después, el Rey Umberto viajaría a Jerusalén, donde le contó la historia de su piano al pianista Mattis Yanowski. Umberto invitó a Yanowski a tocar su piano en Roma, pero en 1900 fue asesinado, así que Yanowski jamás pude ver ese piano. Años después, Yanowski, en su lecho de muerte, le contó la historia del piano a su nieto Anver Carmi que era afinador de pianos y que jamás pudo entrar en el Quirinal. Anver Carmi fue el escritor que contó la historia del piano.
«El piano inmortal»que sobrevivió a la guerra
Durante la II Guerra Mundial se le perdió la pista a este piano. Es probable que en Europa hubiese problemas suficientes como para preocuparse por el destino de un piano. Sin embargo a los nazis le importaba, igual que cualquier obra de arte.
Tras la batalla de Alamein, los aliados dieron con un gran alijo de objetos de arte saqueados por los nazis. Entre todos los objetos había un piano con una cobertura de yeso. Anver Carmi, que servía en el ejército británico, se encontraba allí y convenció a los mandos de quedarse el piano para animar a los soldados.
Finalizada la guerra, Carmi adquirió el piano y se lo llevó a su taller de Tel Aviv para restaurarlo. Quitando el yeso descubrió que el piano tenía un acabado extraordinario, hasta que lo relacionó con la historia que le había contado su abuelo. Se trataba, sin duda, del Piano del Rey Umberto.
En 1953, Carmi se llevó el piano a EEUU y lo reconstruyó por completo. Ahí quien dice que la reconstrucción cambió el sonido original del piano….aunque es algo que nunca sabremos.
Muchos pianistas pudieron tocar «El piano Inmortal» en EEUU, entre ellos Arthur Rubinstein. Existen varias grabaciones con este piano, publicadas por el sello Counterpoint / Esoteric, bajo el nombre «The Siena Pianoforte» con sonatas de Scarlatti y Mozart interpretadas por Charles Rosen en 1955.
A la venta por 2 millones de dólares
Recientemente se ha podido ver «El Piano Inmortal» a la venta en Ebay por 2 millones de dólares. Como en todo lo relacionado con este piano, la información es algo confusa.
Desde luego, no parece que un anuncio en Ebay sea lo más adecuado para vender un piano de estas características y este precio. Lo normal sería que se vendiese a través de una casa de subastas especializada en obras de arte. ¿Estaremos ante un nuevo episodio en la leyenda de «El Piano Inmortal«? El tiempo lo dirá.
