La fuga de Atalanta es un libro escrito por Michael Maier en 1618. Con este libro, su autor pretendía resumir el proceso alquímico en un libro que uniese texto, imagen y música; algo que se acerca mucho a nuestro concepto actual de libro multimedia.
Nacido en Alemania, Michael Maier fue doctor en Filosofía y Medicina, además de alquimista y místico. Estudió en las universidades de Rostock, Núremberg, Padua y Frankfurt. A lo largo de su carrera viajó por las principales urbes de la época, donde continuó desarrollando su conocimiento: Praga, Ámsterdam, Sajonia, Inglaterra… Llegó a ser el médico de cabecera de Rodolfo II (emperador del Sacro Imperio Germánico).
Michael Maier escribe su fuga de Atalanta en colaboración con el grabador e ilustrador Juan Teodoro de Bry. El título completo de la obra sería Atalanta fugiens, hoc est emblemata nova de secretis naturae chymicae.
La alquimia, además de ser una proto ciencia que buscaba la transmutación de los metales en oro, era una disciplina filosófica que combinaba elementos de la medicina, la astrología, el arte, el misticismo, el espiritualismo y la música. Todo este conocimiento tan extenso es lo que trata de resumirla fuga de Atalanta. En palabras del propio Maier, una obra alquímica concebida «para ser vista, oída y entendida».
La obra consta de 50 grabados alegóricos, precedidos por un título (llamado mote). Debajo de cada grabado, se encuentra un texto en latín y una partitura musical en forma de fuga. El argumento que aglutina los 50 capítulos (grabado, texto y partitura) es el mito griego de Atalanta y Hipómenes. Sin embargo, este argumento no es más que una alegoría del conocimiento, tema que realmente importaba en la alquimia.
En toda la obra está muy presenta la simbología que deriva del número 3. Todas las fugas están escritas a 3 voces. Cada voz corresponde a un personaje del mito.
Si bien, el aporte musical de la obra no es de una calidad excesiva, el hecho de incluirla dentro de un libro resumen del conocimiento alquímico, nos muestra la importancia que tenía la música en los círculos de conocimiento de la época. Además, nos muestra que la idea de crear libros multimedia, no es algo exclusivo de nuestra época, sino que lleva mucho tiempo inventado.
