Thomas Edison es un hombre que no necesita demasiada presentación, ya que todos hemos oído hablar de él y de sus inventos. Lo que quizás no sepas es que, en 1890, a sus 43 años de edad, el gran inventor adquirió un piano de cola fabricado con madera de ébano. Más concretamente, un Steinway modelo B con el número de serie 66793. En su momento pagó por él 725 dólares.
Sin embargo, exista una manera para identificar al piano de Edison mejor que su propio número de serie: la marca de sus dientes.
Edison tenía problemas de audición y trabajaba duramente para inventar un audífono, aunque falleció antes de lograrlo. Edison investigaba la conducción del sonido para mejorar su audición. Para ello, utilizaba la técnica de la conducción ósea. Esta técnica se basa en la transmisión de ondas de sonido al oído interno a través del cráneo. El problema es conseguir que se perciban esas vibraciones por el cráneo. Para recibir las vibraciones de su piano, Edison utilizaba nada más y nada menos que sus dientes.
Cuando Edison quería escuchar algo con mayor claridad, mordía el dispositivo que generaba el sonido y así, las vibraciones eran captadas por el cráneo, permitiéndole escuchar el sonido con más fuerza y nitidez. En este caso, Edison mordía su piano para poder escucharlo mejor. Como te estarás imaginando, esas marcas de dientes se ven claramente en su piano.
Aunque todo esto pueda parecer extraño, raro e incluso exagerado, la técnica de la conducción ósea era bastante popular a comienzos del siglo pasado. Uno de los responsables de esta especie de técnica precursora de los audífonos, fue Hugo Gernsback. Hugo inventó el osófono, un artilugio que consistía en un micrófono, un amplificador y una pieza pequeña que contenía un pequeño transductor electromagnético. Para que funcionara, la pieza de la broca se agarraba con los dientes y las vibraciones del sonido se transmitían a través del cráneo hasta el oído interno. Por esta razón, los sordos de la época solían irlo mordiendo todo o casi todo.
Actualmente el mordido piano de Edison pertenece a Robert Friedman, quien ha decidido ponerlo a la venta. Robert ha dedicado toda su vida a comprar antiguos pianos Steinway, restaurarlos y venderlos de nuevo. Puedes conocer más sobre su historia en su libro, The Steinway Hunter.
Robert Friedman compró el piano de Edison en 2021 por 45.000 dólares. Desde su adquisición, se lo prestó al Parque Histórico Nacional Thomas Edison de Nueva Jersey, pero en la actualidad, en dicha institución no tienen suficiente espacio para albergarlo. Por este motivo, Friedman lo ha puesto a la venta, aunque realmente espera que el piano pueda encontrar su nuevo hogar en un museo o institución educativa y que no caiga en manos privadas, donde se le pueda perder la pista. Por esta razón, Robert quiere que si estás interesado en el piano, o conoces una institución o museo que lo esté, contactes con él en este correo electrónico.
Para terminar, te dejamos este vídeo para que puedas escuchar a Friedman tocando el piano de Edison y hablando sobre él:
