Últimamente, asistimos boquiabiertos a una auténtica lucha en los medios sobre el origen de Beethoven. Batalla que no es más que humo, pues nadie discute que Beethoven nació en Bonn. La lucha se centra en el origen de su abuela paterna, Maria Josepha Ball.
¿Cómo puede ser que el origen de la abuela de Beethoven pueda suponer un enfrentamiento tan grande? Posiblemente la respuesta esté en los nuevo nacionalismos exacerbados que tratan a toda costa de sumar personajes famosos a su banda, como si eso fuera a reforzarlos como nación.
El origen de la disputa
La polémica saltó en 2018 con la publicación del libro España en los grandes músicos de Andrés Ruiz Tarazona. En este libro, el autor afirmaba que María Josefa Poll (nótese la españolización del nombre) había en la zona de Levante y que había cruzado los pirineos junto a su familia en plena Guerra de Sucesión española. Tarazona tomaba como referencia los trabajos del historiador David Jacobs y el profesor de Harvard Elliot Forbes, que apuntaban al origen hispano de la abuela de Beethoven. Decía que una muestra de ello era el propio apodo de Beethoven, conocido como «El español». A partir de ahí, Tarazona trata de encontrar (de forma más o menos peregrina) una serie de pistas en la obra de Beethoven que demostrarían su vínculo con España.
Hace poco, el boletín genealógico «Die Laterne» demostraba que la abuela de Beethoven era originaria de Bélgica. El experto en genealogía Theo Molberg, que ya había rastreado a los padres de Maria Josepha Ball en 2009, encontraba los archivos eclesiásticos de su nacimiento. De esta manera, quedaba desmontado el bulo del origen español de la abuela de Beethoven.
Pero como vivimos en una época en que las pruebas poco importan, hemos asistido a un nuevo giro de guion en los últimos días. Esta vez, el El Institut Nova Història de Cataluña asegura el origen catalán de la abuela de Beethoven. En este caso, Jordi Cos, músico y presidente de la Orquestra Simfònica del Vallès, asegura que la abuela era originaria de la zona de El Maresme. Las razones que esgrime para afirmar esto son bastante parecidas a las que utilizaba Tarazona para justificar que era español.
Rizando el rizo
La prensa española no ha tardado en hacerse eco de la afirmación de El Institut Nova Història reclamando el origen catalán de la abuela de Beethoven, de la misma forma que lo hicieron en su día cuando Tarazona reclamaba su origen español.
Lo que no deja de resultar curioso es que muchos medios que, en su día, exponían orgullosos el posible origen español de Beethoven, ahora tachan de despropósito la posibilidad de su origen catalán. También existe el mismo discurso en dirección contraria.
Nuestra conclusión
Toda esta discusión nada tiene que ver con la música, es simplemente un intento de reconstruir un relato que se ajuste a los intereses políticos de algunos. Dicen que un fanático es aquel que, cuantas menos razones tiene para luchar por una causa, lucha con más fuerza.
El origen de la abuela de Beethoven no va a cambiar para nada nuestra percepción del maestro, ni su legado, ni sus influencias. Siempre será el gran compositor romántico alemán y, por extensión, el gran compositor romántico para todo el mundo. Resulta muy triste ver como ciertos sectores a los que no les importa la música para nada, se pelean por la figura de Beethoven. La música es un idioma universal que sirve para unir a las personas, no para separarlas y el papel de Beethoven en la historia no puede estar más lejos de todo este mundillo que solo busca la confrontación.