Seguro que habrás escuchado que los pianos requieren una serie de cuidados y que tenerlos bien afinados es fundamental. Sin embargo, también existen otros factores que debemos tener en cuenta y de los que casi nadie habla. El más importante es la estabilidad de afinación, pero ¿sabes realmente en qué consiste o en qué afecta al piano?
La estabilidad de la afinación. Definición.
Todos sabemos que afinar un piano consiste en ajustar la tensión de las cuerdas hasta que emitan un sonido en unas frecuencias determinadas, asegurando así que todos los intervalos musicales se encuentren en armonía. Para ello, el piano debe recibir una serie de cuidados y rutinas de limpieza.
Pero que esa afinación dure en el tiempo, implica una estabilidad de afinación. Es decir, que se den las condiciones necesarias para que la tensión dada a las cuerdas se mantenga y no varíe. Esto lleva implícito que el resto de elementos del mecanismo también se mantenga en esas condiciones sin someterse a variaciones.
Si no se producen cambios importantes, estaremos hablando de estabilidad de afinación, pero si estos cambios aparecen, el piano comenzará a desafinarse y desajustarse, ya que se encuentra inestable.
Factores de los que depende la estabilidad.
1. El estado del piano.
La estabilidad de un piano dependerá en primer lugar de las capacidades y calidades del propio instrumento. Para que se produzca estabilidad en la afinación, lo primero que necesitamos es que el propio piano tenga la capacidad de proporcionar esa estabilidad. Para ello, es indispensable que el clavijero atrape con suficiente fuerza las clavijas y que a su vez, las clavijas soporten la tensión de las cuerdas de manera constante e igualitaria. Unas clavijas flojas son muy difíciles de afinar y más difícil todavía es que mantengan esa afinación.
La tabla armónica no puede estar dañada. Si la tabla armónica del piano presenta grietas o rajaduras, el puente no soportará la fuerza de las cuerdas y se desplazará hacia abajo desestabilizando toda la afinación. En cambio, si alguna varilla de contención de la tabla armónica está despegada, el puente tonal recibirá presiones adicionales y mal repartidas por parte de las cuerdas. Además, una tabla armónica defectuosa tendrá una influencia negativa en la producción del sonido. Es decir, tendríamos el amplificador natural del piano dañado.
Además, las cuerdas pasan por una serie de puntos de fricción que ayudan a estabilizarlas y a que se mantengan en buen estado. Estas funciones se verán afectadas si los clavos del puente tonal están flojos, o si los agrafes pierden su firmeza. Los agrafes son esas piezas de latón con pequeños agujeritos por los que se pasan las cuerdas.
2. La labor del afinador.
Es importante confiar las afinaciones del piano a un experto. Si no se manipula la llave de afinar con una buena técnica, es imposible que la tensión de la cuerda quede bien estabilizada. Además, cuantos más movimientos se hagan y más bruscos sean, más inestabilidad se obtendrá. Aplicar fuerzas excesivas o tratar de mover la clavija en sentido antinatural, puede provocar roturas y restar estabilidad.
Es fundamental que los golpes de tecla acompañen a los ajustes de la clavija con la llave de afinar para ecualizar la tensión de las cuerdas a lo largo de la totalidad de su recorrido. Si la tensión no queda perfectamente equilibrada, la cuerda se desafinará enseguida.
3. El ambiente y la estancia.
El lugar donde tengas ubicado tu piano también influirá mucho en la afinación y su estabilidad. Ya hablamos de esto detenidamente en nuestro artículo sobre dónde se debe colocar el piano en casa. Pero hoy mencionaremos 3 puntos básicos a considerar.
El primero es tener el piano apartado de las ventanas, ya que las corrientes, la humedad y los cambios de temperatura afectan directamente a la afinación del piano.
El segundo punto es cuidar al piano de los cambios estacionales. De nuevo los motivos son los cambios de humedad y de temperatura. Generalmente, al cambiar de estación se recomienda afinar el piano, dejando previamente un tiempo de aclimatación. Si el piano se afina en un ambiente inestable o de cambios, se desafinará muy rápido. Esta es la razón por la que no se deben dejar pasar más de 6 meses sin afinar el piano, especialmente en zonas de verano muy caluroso e invierno muy frío. Cuanto más contraste estacionario, mayor inestabilidad.
En tercer lugar hay que evitar los radiadores pegados al piano o los suelos radiantes. La razón es que los radiadores ocasionan calor momentáneo y desajustan la temperaura. Con los suelos radiantes circula agua caliente por unos tubos ubicados por debajo de el suelo, lo que ocasiona cambios de temperatura en el interior del piano, desestabilizándolo. En el caso de tener el piano sobre suelo radiante, se recomiendan de 3 a 4 afinaciones anuales.
Es importante mantener cierta periodicidad en la afinación del piano. Es decir, mantener el mismo número de afinaciones año tras año. Date cuenta, que cuanto más desafinado esté el piano a la hora de afinarlo, más se deben manipular las clavijas, y esto conlleva más inestabilidad. Además, cuanto más tardas en afinarlo, más vicias la modificación de la tensión y las frecuencias de las cuerdas, rompiendo el equilibrio que se alcanzara con las afinaciones previas.
La periodicidad adecuada no es la misma para todos los pianos. Es decir, un piano que pertenece a un teatro y que será usado para conciertos importantes, se afinarán semanalmente, pero para pianos hogareños es suficiente con dos veces anuales. Solo si le damos mucho uso (concertistas, estudiantes de alto nivel, etc.), se recomiendan 3 afinaciones al año.
