Sin duda, Leonardo da Vinci fue uno de las mentes más brillantes de toda la historia. Todos conocemos su faceta de pintor, arquitecto, escultor, poeta y un larguísimo etc. Sin embargo, tiene una faceta que apenas conocemos: la de músico.
Gracias a los primeros biógrafos de Leonardo (Paolo Giovio, Gaddiano, Vasari…) y a sus propios escritos, sabemos que era capaz de tocar la lira, el laúd y el órgano. También sabemos que compuso algunas piezas musicales, aunque apenas se conservan testimonios de eso. Lo que sí conocemos mejor, era su habilidad para mejorar instrumentos musicales ya existentes o inventar otros nuevos.
La formación de Leonardo da Vinci como músico.
Leonardo da Vinci nació en el seno de una familia en una buena posición económica (su padre era notario). Esto le permitió tener acceso a los estudios. Como todo hombre de su época, recibió la formación de las cuatro disciplinas del Quadrivium (el sistema educativo del Renacimiento): aritmética, geometría, astronomía y música.
Entre el año 1460 y el 1464, Leonardo se trasladó a Florencia, que era el gran hervidero cultural de la época. Allí, su padre lo introdujo en el taller de Verocchio, el más prestigioso de la época. El taller era todo un centro de ideas humanísticas donde Leonardo pudo seguir formándose en pintura, escultura, filosofía, etc. Además, allí tuvo acceso a instrumentos musicales y pudo seguir desarrollando su talento en esta faceta.
Como ya hemos dicho, Leonardo desarrolló su capacidad para tocar la lira de braccio, el laud y el órgano, además de cantar. Pero, como el gran inventor que era, su faceta más significativa en la música era la de crear nuevos instrumentos.
Los instrumentos musicales de Leonardo da Vinci
Leonardo era un visionario con gran capacidad para imaginar cosas en las que nadie había pensado antes. Esto también lo aplicó al mundo de la música. Diseñó e inventó instrumentos para conseguir sonidos que en aquel momento no existían. La mayoría de estos inventos musicales nos han llegado a través de los bocetos en sus cuadernos, por suerte, algunos proyectos actuales intentan devolverles la vida.
Entre otros instrumentos, se dice que creó una lira con forma de cabeza de caballo, fabricada en plata, que producía un sonido mucho más hermoso que las liras tradicionales. También diseñó otros instrumentos de cuerda, algunos de percusión y algunos de tecla, en los que nos centraremos ahora.
La viola organista
La viola organista es un instrumento de tecla inventado por Leonardo da Vinci que buscaba reproducir el sonido de un grupo de violas. No se conserva ningún esquema completo al respecto, pero sí una treintena de dibujos de la propia mano del genio.
Se trataría de un instrumento ligero y portatil, que contaba con un mecanismo de ruedas recubiertas por crines de caballo. Las teclas accionarían estas ruedas, que reproducirían un sonido parecido al de varias violas juntas. La viola organista también constaba de una manivela que había que girar continuamente para dotar de movimiento a las ruedas.
En 2013, un proyecto le devolvió la vida a este instrumento, que se presentó en una premiere. Gracias a ello, pudimos descubrir cómo sería el sonido de este instrumento.
El órgano de papel
A medio camino entre un órgano de tubos y un acordeón (instrumento que no sé inventó hasta 1852), el órgano de papel constaría de 3 partes. Los tubos, por donde saldría el sonido, un teclado que se dispondría en posición vertical para mayor comodidad del músico y un fuelle de doble acción. Este fuelle «de viento continuo» como lo llamó Leonardo, tendría un recorrido de ida y vuelta, emitiendo sonidos en ambas direcciones. Esto cumpliría la misma función que un arco de violín, por ejemplo.
El órgano de papel de Leonardo da Vinci aparece descrito por él en el Código Madrid II de la Biblioteca Nacional de España.
El órgano de agua
Una de las obsesiones de Leonardo da Vinci era controlar el agua, ya fuera en arquitectura, urbanismo o en la música. Este órgano funciona a través de tubos llenos de agua y aire a diferentes presiones, para crear vibraciones diferentes. Para fabricarlo, se construye una cámara eólica a donde entra el agua y el aire y desde donde se distribuye a los diferentes tubos. Los tubos vibrarían al ser golpeados por un rústico mecanismo de teclas.
En 2011, la organización Novus International reprodujo este órgano según los bocetos de Leonardo. Este es el resultado.
