A Mozart se le atribuye un curioso juego musical con el que cualquiera puede componer un vals, aunque no sepa música. Para ello solo son necesarios unos dados y seguir una tabla de compases que Mozart dejó escrita.
Además de un juego divertido, el vals de los dados es una gran herramienta didáctica para acercar a los más jóvenes a la composición musical basándose en la recepción y el azar.
El origen del vals de los dados
En el clasicismo alemán eran bastante comunes los juegos musicales con dados (Musikalisches Würfelspiel). En una época en que no existía televisión, ni internet, la emergente burguesía urbana buscaba nuevas maneras de entretenerse.
El primer juego musical de dados del que se conserva la partitura pertenece a Johann Philipp Kirnberger.
En 1792, el editor de Mozart publica en Berlín un juego ideado para componer música sin necesidad de saber nada de música. Aunque existen controversias, todo parece indicar que el creador fue el propio Mozart. Por eso, el documento aún se conoce a día de hoy como «El manuscrito Mozart KV 516f», escrito en 1787.
Si bien es el más conocido, el vals de los dados de Mozart no es el único juego que une azar y música. En el siglo XVIII se idearon muchos juegos en los que se creaba música de forma aleatoria. Uno de los más famosos es La Broma Filarmónica de Haydn.
Cómo funciona el vals de los dados
El juego consta de 176 motivos musicales de un compás de duración repartidos en un tablero con filas y columnas. Las filas hacen referencia a los compases y las columnas al número que se saque en la tirada de dados.
Lo absolutamente fantástico del juego es que el resultado siempre suena bien. ¿Por qué? Pues porque cada una de las filas responde a una sección armónica y así, cuando se tira el dado, las opciones posibles son siempre congruentes con el discurso armónico y melódico de este tipo de composiciones musicales.
Combinando los compases de la manera que lo hizo Mozart pueden obtenerse 45.949 billones de combinaciones. ¡Casi nada!
Cómo jugar al vals de los dados
Lo primero que necesitamos para jugar al vals de los dados es el listado de compases escritos por Mozart.
Con el listado de compases a mano, necesitamos la tabla de combinaciones que Mozart diseñó.
Un vals se compone de 2 partes de 8 compases cada una. Las dos tablas de la imagen anterior representan cada una de esas partes.
La línea horizontal (los números romanos) indican cada uno de los 8 compases de cada parte del vals.
La columna vertical muestra los posibles resultados que se obtienen al sumar dos dados.
Imaginemos que tiramos los dados por primera vez y sacamos un 3 y un 4, que suman 7. Buscaremos el número de compás correspondiente entre el 1 horizontal (el número romano) y el 7 vertical. En este caso anotaríamos el número 104.
Repetiremos este proceso, obteniendo una suma de dados para cada una de las columnas verticales, obteniendo así un total de 16 números de compases aleatorios.
Ahora hemos de ir a la lista de compases y transcribir cada número obtenido por su compás correspondiente. Voilá! Ya tienes tu propio vals listo para ser interpretado.
Finalmente, con tu vals escrito, solo has de sentarte al piano y tocarlo. Como hemos dicho antes, sea cual sea la combinación, siempre sonará bien. Cuando te canses de este vals, solo has de volver a tirar los dados para conseguir uno nuevo.
Gracias Cris por tu generosidad. Tengo 77 años y desde hace 10 años estudio música. Saludos