Los pianos que solemos usar actualmente cuentan con 3 pedales que nos permiten, hasta cierto punto, manipular la intensidad del sonido y su duración. En caso de querer conseguir otras sonoridades, siempre podemos recurrir a sistemas digitales, cuyas posibilidades son infinitas. Sin embargo, en la época de Beethoven, tenían que recurrir al ingenio y a diferentes pedales, para conseguir ciertos efectos en los pianos.
Los pedales de los pianos hoy en día.
Como hemos dicho, lo habitual en los pianos de hoy en día, es que tengan tres pedales:
– El pedal derecho funciona acercando o alejando apagadores de las cuerdas y se conoce como pedal de resonancia porque prolonga el sonido.
– El de la izquierda suaviza el sonido del piano. Se conoce como una corda porque en los pianos de cola si apretamos este pedal, los macillos se trasladan pasando de golpear tres cuerdas por nota, a solo una.
– El pedal central puede tener dos funciones según el modelo de piano ante el que nos encontramos. Normalmente es una sordina, aunque a veces puede ser un mecanismo para dejar sonando solo una nota.
Los pedales de los pianos en la época de Beethoven.
En la época de Beethoven muchos pianos tenían cuatro o incluso más pedales. Precisamente en esa época, en Viena había un conocido fabricante de pianos que se llamaba Georg Haschka. Su fama se debía a que sus pianos siempre tenían múltiples pedales, teniendo normalmente 8. Sus funciones eran diversas, pero casi siempre iban encaminadas a cambiar el timbre y el sonoridad general del piano. Lo que se pretendía con ellos era imitar los cambios de sonido que se producen en un órgano con los tiradores.
Un pedal que estaba casi siempre presente en los pianos era el conocido como pedal Turkish o Janitscharem. Si el pianista pisaba este pedal, sonaban platillos, campanillas y otros instrumentos de percusión mientras tocaba las notas del teclado. Su sonido recordaba al de una banda militar turca, y de ahí proviene su nombre.
En la imagen que acabas de ver, tienes el detalle de los cinco pedales de un piano que se conserva de Haschka, fabricado aprox. en 1825. En concreto, estos cinco pedales accionan el cambio de teclado, sonido fagot, la sordina, el moderador (una corda) y el último, unos efectos de sonidos jenízaros.
También se conserva otro piano algo anterior a este, del mismo fabricante, aunque necesitó un complejo proceso de restauración para volver a sonar como lo haría en su época. En este caso tiene 7 pedales.
Puedes comprobar cómo sonaban con este breve vídeo:
