La creatividad es una característica que, si bien no es obligatoria para ser un buen intérprete de piano, puede ayudarte muchísimo para destacar. Tener creatividad como pianistas te ayudará a encontrar nuevas maneras de expresarte y a contar con mayores recursos interpretativos.
Sin embargo, la creatividad es una cualidad difícil de definir y de adquirir. En este artículo, intentaremos explicarte cómo trabajarla.
Creatividad y pensamiento divergente.
El desarrollo de la creatividad se basa en aptitudes, es decir, en una serie de habilidades significativas que se basan en la obtención de nuevas y diferentes informaciones. Todas las aptitudes suelen tener un pensamiento divergente, que son los pensamientos que se vinculan a la motivación, la independencia, los conocimientos previos, el aprendizaje y la determinación. Por la contra, el pensamiento convergente es el que trata de buscar una única respuesta correcta.
Así, las personas creativas y con pensamientos divergentes, son más fluidas porque pueden crear muchas ideas en poco tiempo. Son más flexibles a la hora de considerar todos los diferentes enfoques posibles para solucionar un problema. Además, son originales porque crean asociaciones y respuestas novedosas y atípicas, y poseen gran motivación.
En este proceso, es importante saber diferenciar aptidudes de actitudes. Como decíamos, las aptitudes son una serie de hablidades, mientras que las actitudes son las reacciones que cada persona tiene ante ideas o situaciones.
La creatividad no es un don: Desarróllala.
Al contrario de lo que mucha gente cree, la creatividad no es un don divino con el que sólo nacen algunos afortunados. Todos tenemos la facultad de la creatividad, aunque más o menos desarrollada. Y al igual que el oído musical, es algo que podemos entrenar y desarrollar.
Algunas estrategias de motivación y a la vez de desarrollo de la creatividad, para nosotros mismos o para nuestros alumnos/as más utilizadas son las siguientes:
1- Hacer variaciones.
Es raro que en algún momento no toquemos algún estudio o ejercicio técnico. Estos ejercicios suelen ser de tipo repetitivo para que nuestra atención se centre en mantener una correcta posición, asegurar articulaciones, asentar aperturas de la mano, etc. Pero cuando el problema técnico lo tenemos solucionado, pueden ser una excelente herramienta para abrir una puerta al entrenamiento de la creatividad y que incluso nos pueden servir como refuerzo de conocimientos transversales/interdisciplinares. Por ejemplo: tocar ese estudio o ejercicio en otra tonalidad, hacerle variaciones rítimicas, cambiar la armonización, jugar con las articulaciones, etc.
2- Crea ejercicios a partir de obras.
En casi cualquier obra del repertorio pianístico nos vamos a encontrar dificultades. Justo en ese momento las podemos aprovechar para inventarnos ejercicios y practicar esos pasajes o dificultades técnicas, sin limitarnos al repetir por repetir. (Saltos, octavas, cambios de acorde, notas dobles, etc.).
El propio Hofmann (compositor y pianista alemán, alumno de Kullak) recomendaba: «Tocad composiciones buenas y construid de ellas vuestros propios ejercicios técnicos«.
3 – Escuchar mucha música y diferentes versiones.
Muchas veces necesitamos ver cómo se atreven otros antes de lanzarnos nosotros. Y en música sucede lo mismo. Escucha mucha música, y sobre todo, presta atención a las diferentes interpretaciones e incluso versiones que existen grabadas de la misma obra. No te limites a copiar a X pianista sin más. De todos puedes aprender algo y sacar herramientas y recursos que luego tú utilizarás cuando creas más conveniente. La mejor manera de buscar tu propio estilo interpretativo es percibiendo las diferencias o igualdades que existen entre la forma de tocar de los demás.
4 – Improvisa.
¿Qué mejor forma de ser creativo que lanzarse a la improvisación? No temas salir de las partituras y expresar con los dedos lo que sientas en determinado momento. Incluso puedes jugar con ello. Improvisa algo sencillo según cómo te sientas y luego cámbialo para que suene/produzca una emoción totalmente diferente y ve cambiándolas (triste-enfadado-divertido-dudoso, etc.). Además de desarrollar la creatividad, también estarás ganando recursos sonoros e interpretativos.
Algunos métodos impresos.
Si eres de los que siempre quiere profundizar más o tener sus propios libros y tratados, aquí te dejamos algunas recomendaciones:
Uno de los más utilizados y mejor valorados en el ámbito de la educación musical es el de Mª Ángeles Manresa Molina: Cómo motivar para aprender con éxito un instrumento musical. Un extenso libro muy bien seccionado en el que se recorren todos los factores que entran en juego a la hora de motivar, los posibles contextos (en la clase de instrumento, casa…), el papel de los docentes y de los padres, estrategias motivadoras (para practicar en casa, en clase, con amigos o solo, como profesor o como alumno…) y lo mejor de todo, incluye un amplio bloque de fichas de trabajo.
Otros libros que también están entre los más valorados y utilizados son: Innovación y creatividad en la enseñanza musical, de Pilar García Calero. Y Técnicas de creatividad musical, de Edgar Ferrer.
Por último, nos gustaría terminar recomendándote dos importantes artículos, que se encuentran disponibles con descarga gratuita actualmente.
El primero de ellos es el de Manuela Romo Santos. En él se analiza cómo ha evolucionado el concepto de pensamiento divergente en la teoría de Guilford y el papel que tienen ciertos factores a la hora de desarrollar la creatividad. Puedes descargarlo aquí.
El otro es de Marjorie Carevic Johnson, sobre la creatividad (origen, factores, desarrollo…). Puedes consultarlo online en este enlace.
