InicioObras explicadasSinfonía Fantástica, Op. 14, de Berlioz.

Sinfonía Fantástica, Op. 14, de Berlioz.

La Sinfonía Fantástica, Op. 14 de Berlioz fue la primera obra que se consideró música programática. Esto es, una obra musical que cuenta una historia y va siguiendo un guion. En este caso, se trata de una obra autobiográfica en la que Berlioz nos cuenta sus vivencias más relevantes. Por esta razón, la obra incluye el subtítulo de: Episodio de la vida de un artista.

Hector Berlioz fue un compositor francés de principios del siglo XIX, cuya música pertenece al período musical conocido como romanticismo. Al principio, Berlioz no quería ser músico y se fue a París a estudiar medicina. Fue en la capital francesa donde descubrió un rico ambiente musical que lo fascinó hasta tal punto que dejó sus estudios de medicina y pasó a dedicarse por completo a la música. Así, en 1826 ingresó en el Conservatorio de París y comenzó sus estudios oficialmente.

Apenas cuatro años después de matricularse, el 5 de diciembre de 1830, se estrena su Sinfonía Fantástica en el Conservatorio de París. Desde su estreno, dirigido por Habeneck, la obra ya gozó de un gran éxito y popularidad.

Estructura y trama.

Lo primero que llama la atención de esta sinfonía es su estructura. Está formada por cinco movimientos; algo totalmente novedoso y extraño para su época. Hasta Berlioz, tan sólo la Pastoral de Beethoven había roto la norma de que una sinfonía debía tener cuatro movimientos. Berlioz nombró los movimientos de su Sinfonía Fantástica de la siguiente manera: Sueños y pasiones; Un baile; Escena en el campo; Marcha al suplicio, y Sueño de una noche de aquelarre. Para que al público le resultase más sencillo entender la historia y a los músicos interpretar la partitura, Berlioz incluyó un texto en el que explica toda la trama.

La historia no difiere mucho de la típica película de amor. Un joven músico se enamora de una mujer que no lo corresponde y, para refugiarse del sufrimiento, recurre a las drogas (en este caso, opio). El joven es el propio Berlioz y la mujer es Harriet Smithson, una actriz de la que se enamoró de joven y con la que terminaría casándose tras su reencuentro, bastantes años después.

Primer movimiento: Sueños y pasiones

En él se describe musicalmente el nerviosismo y las fuertes emociones que sentía el protagonista antes y después de conocer a la que será el amor de su vida. El movimiento termina con contrastes al mostrarse simultáneamente la ilusión y la pasión amorosa, y el dolor del rechazo.

Musicalmente, Berlioz comienza el movimiento generando una gran melancolía en el oyente gracias a la utilización de la tonalidad de do menor y melodías que provocan este efecto. Tras cuatro secciones, aparece un tema melódico que se conoce como la idea fija. Es la melodía que representa a la amada. Como la amada está constantemente en la cabeza del protagonista, esta melodía aparecerá recurrentemente.

Segundo movimiento: un baile

Tal y como sucedió en la vida de Berlioz. Pasado un tiempo tras el rechazo, los protagonistas se reencuentran. Esto es justo lo que sucede en el segundo movimiento. El protagonista se encuentra con su amada un tiempo después de que ella lo rechazara. Como ambos se reencuentran en un baile, Berlioz quiso llamar así al segundo movimiento.

Para recalcar más el contexto en el que se produce este reencuentro, la música suena a ritmo de vals. Este vals es interrumpido por momentos por la melodía de la idea fija, que representaba a la amada y los pensamientos que el protagonista tenía sobre ella. Esta melodía también pone fin al movimiento.

Tercer movimiento: Escena en el campo

El tercer movimiento muestra grandes influencias de la Sinfonía Pastoral de Beethoven. El movimiento comienza con una escena campestre y dos pastores. El dúo corno inglés-oboe es el que simboliza esta pareja de pastores que disfrutan de una espléndida tarde veraniega. Justo en la mitad del movimiento la atmósfera cambia. Aparece la idea de la amada pero con ella un sinfín de sentimientos negativos y malas sensaciones. Poco a poco aparecerán ideas contrastantes: sufrimiento y esperanza, tranquilidad y duda, etc. Es el corno inglés el encargado de llevarnos de nuevo a la escena pastoril. Tras esto, un redoble de timbales pone fin al movimiento, dejándonos con una sensación de duda y misterio.

Cuarto movimiento: la marcha hacia el suplicio

Aquí el protagonista sueña con matar a su amada y, tras hacerlo, lo descubren y es condenado a la guillotina. En sus últimos momentos de vida, antes de ser ejecutado, recuerda a su amada y lo invaden los sentimientos amorosos.

El nombre del movimiento viene de una marcha que suena y que está compuesta de dos temas principales, interpretados por las cuerdas y los vientos. El final de este movimiento llega con unos redobles de tambor y timbales que representan a la justicia.

Quinto movimiento: Sueños de una noche de aquelarre

En él, el protagonista ve su propio funeral. Unas brujas y espíritus rodean su cadáver, y, entre ellos, diferencia claramente a su amada, que tiene forma de arpía. El clarinete es el instrumento que interpreta esta idea de identificar a la amada como una arpía y verla rodeada de brujas y espíritus. Este tema vendrá acompañado por otro que es conocido por todos: El Dies Irae, una reconocible y famosa melodía gregoriana. Todo esto es acompañado por el sonido de unas campanas.

Volviendo a la vida real.

Como ya sabrás, Berlioz no murió en el año del estreno de esta obra y mucho menos rodeado por brujas y fantasmas. Tras el estreno, su carrera se disparó y Berlioz gozó de una gran popularidad.

En cuanto a su vida amorosa, unos años después de sufrir el rechazo amoroso, Berlioz se reencontró con su amada, Harriet Smithson. Luego, en 1833, consiguió casarse con ella, cumpliendo así su gran sueño y anhelo. Aún así, se conoce que su relación no fue precisamente un cuento de hadas.

Cris Rodriguez
Cris Rodriguez
Pianista profesional y profesora de conservatorio. Cofundadora de Maldito Piano. Cuando mi trabajo me dá tregua, me escapo a tocar por el mundo adelante para participar en proyectos alucinantes como el Jordan Rudess KeyFest o Rockin'1000. No sé vivir sin música,así que el tiempo que me queda se lo dedico a estos tutoriales.

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