Der Doppelgänger, El doble, es una de las canciones que conforman la colección de lieder más conocida de Franz Schubert: Schwanengesang, El canto del cisne.
Antes de explicar la obra, deberíamos aclarar que la palabra lied significa canción (lieder es su plural) y hace referencia a un tipo de composición alemana que se caracteriza por estar escrita para voz y piano. En este caso, la voz es un tenor. Otro de sus lieder más famosos es El rey de los elfos, que ya explicamos aquí.
En El doble, Schubert pone música a un poema de Heine que no tiene título y que forma parte de Buch der lieder. Buch der lieder está dividido en cinco secciones de poemas y todos los que seleccionó Schubert para lo que sería su Schwanengesang pertenecen a la tercera, titulada El regreso a casa. Uno de ellos es este del que te hablamos hoy, que curiosamente, Schubert compuso en el mismo año de su muerte, 1828.
Poco después de morir Schubert, un editor musical llamado Hanslinger compró sus últimas sonatas y lieder, anunciando en los medios de prensa más importantes que publicaría 14 canciones inéditas hasta el momento, reunidas en una colección que él mismo tituló El canto del cisne. De las 14, 6 poseen textos de Heine. Y no es casualidad que Schubert eligiese estos poemas y no otros. En 1827 Schubert se hizo con una copia de ellos que ya había pertenecido a Beethoven y que contenía algunas anotaciones y partes subrayadas como si Beethoven pensara en componerles música en un futuro. Uno de ellos, es precisamente El Doble.
A primera vista, esta pieza tiene una apariencia de passacaglia, un tipo de danza simple, cuyo acompañamiento originariamente solía realizarse en acordes. Lo primero que nos llama más la atención es que compositivamente guarda cierta relación con el Agnus Dei de la Misa en mi bemol (junio de 1828) y también es muy afín al tema principal del primer movimiento de la Sinfonía Inacabada. Es como un tema que parecía perseguir a Schubert antes de su muerte, como si supiese que su fin se acercaba.
La propia temática elegida parece corroborar ese presagio macabro. Según las tradiciones y la mitología de diferentes culturas, la figura del doble va asociada siempre a sucesos paranormales y a muerte. En su mayoría coinciden en que si te encuentras con tu doble es que o ya estás muerto o pronto lo estarás. Sabiendo esto, ya podemos justificar también la sonoridad de esta pieza musical.
Todos los estudiosos coinciden en lo novedoso, la grandeza y la importancia de este lied. Einstein escribió lo siguiente sobre El doble: Es una mezcla perfecta de elementos impresionistas y dramáticos, una pieza de teatro lírico o de carácter teatral. Nos da la impresión de encontrarnos en el umbral de un nuevo desarrollo. Por otro lado, Fischer-Dieskau, el mejor intérprete de lieder schubertianos dijo: Con este lied se comienza a caminar por un sendero no exento de peligros para sus sucesores. Solamente el genio de Schubert podría poner totalmente la técnica antimusical del canto hablado a disposición de la música. Catorce años de abnegación se encuentran antes de esta explosión al final de la propia existencia de Schubert.
Aunque la composición de cada estrofa puede parecer diferente, no llega a serlo del todo. Y la ambigüedad armónica que aporta el piano no ayuda a establecer esas diferencias. El piano es quien lleva el acompañamiento y por tanto, hace de soporte rítmico y armónico. Pero en vez de aportar una armonía clara, Schubert utiliza acordes incompletos. A la mayoría les falta una nota, y justo falta aquella que dejaría clara la armonía. Por ejemplo, al primer acorde le falta su tercera, por lo que no sabemos si el acorde es mayor o menor. El siguiente ejemplo lo vemos ya en el segundo acorde, que solo tiene el intervalo de una tercera, sin quinta o séptima, por lo que no está claro si se trata de la primera inversión de un acorde de re sostenido menor o de la segunda inversión de fa sostenido mayor. O si es un acorde justo, aumentado… Esta ambigüedad se mantiene durante toda la introducción y aporta esa atmósfera que nos introduce en una temática oscura y de miedo. Sólo cuando entra la parte de la voz podemos establecer cierta claridad y sabemos que estamos con certeza en la tonalidad de si menor porque vemos su dominante, fa sostenido mayor. La tonalidad de si menor es la misma que Schubert utilizó en su Sinfonía Inacabada.
La parte de piano está compuesta casi en su totalidad por acordes en bloque que se van haciendo cada vez más densos y disonantes. El clímax musical y de más disonancia coincide con el punto más duro de la letra del poema: El protagonista descubre a su doble. En este punto, la armonía modula a re sostenido menor, coincidiendo con las palabras Was äffst du nach mein Liebesleid, que significan ¿Por qué imitas mis penas de amor?.
Esta canción (lied) tiene una extensión de 63 compases y, en una interpretación estándar, dura entre 4 y 5 minutos. La traducción del texto es la siguiente:
La noche está tranquila, las calles están en calma,
en esta casa vivió una vez mi tesoro;
hace mucho tiempo que abandonó la ciudad,
pero la casa sigue en pie, aquí en el mismo sitio.
Un hombre también está allí y mira fijamente a lo alto,
y retuerce sus manos dominado por el dolor.
Me aterrorizo cuando veo su rostro,
¡la luna me muestra mi propio semblante!
¡Oh, tú, mi doble! ¡Tú, pálido compañero!
¿Por qué imitas mis penas de amor,
que me atormentaron en este lugar
tantas noches, en otro tiempo?
Finamente, ya sólo te falta escucharla detenidamente. Por eso, aquí te la dejamos para que te la pongas y puedas apreciar todos los detalles que te hemos comentado. Si te interesa conocer más obras, recuerda visitar nuestra sección Te cuento una obra.