Hace tiempo, con motivo de las novedades de la NAMM, os hablamos del que era entonces el gran lanzamiento de Yamaha. Unos auriculares con los que sorprendieron a todo el mundo porque se trataba de los primeros auriculares inalámbricos sin latencia que salían al mercado. Puedes ver aquí el artículo donde los dábamos a conocer.
A nosotros, así de entrada nos parecieron una genialidad y teníamos muchas ganas de probarlos y de comprobar si realmente cumplían las expectativas. Sobre todo, nuestra compañera Cris, quien quería probarlos con su piano TransAcoustic. No podemos hacer vídeo para mostrártelo porque no vemos la forma de hacerte escuchar unos auriculares sin que los tengas in situ, pero vamos a tratar de explicar nuestras sensaciones y ver los puntos positivos y negativos que les hemos encontrado.
Desde hace unos meses, Cris ha estado tocando su piano utilizando los auriculares YH-WL500 de Yamaha. Lo primero y más evidente es que resultan ser unos auriculares pensados y creados para músicos porque la calidad y la limpieza del sonido son realmente impecables. El aislamiento del ruido ambiental también está muy bien logrado. Y lo segundo que más nos ha sorprendido es que no dan dolor de cabeza. Son de los pocos que hemos visto y probado con los que no acabas saturado aunque lleves horas tocando. En parte, imaginamos que esto se debe a la tecnología del sonido binaural de Yamaha. De hecho, en su web aparecen como Auriculares supraurales con Bluetooth 4.2 para músicos. Si no sabes lo que es el sonido binaural, mira este vídeo pero hazlo con cascos o auriculares puestos.
En cuanto a la promesa de que no tienen latencia, efectivamente, no se nota ningún retraso desde que tocas la nota hasta que la escuchas. Es inmediato. No existen retardos ni efectos extraños. Incluso utilizándolos con varias fuentes simultáneamente. Con esto queremos decir que estos auriculares combinan la reproducción Bluetooth desde un teléfono inteligente o tablet con un segundo enlace inalámbrico rápido para tu instrumento. Así escuchábamos la canción que poníamos en el dispositivo junto con el audio del piano digital, sin ningún tipo de saturación ni retardo. Funciona realmente bien. Además, como Cris tiene un TransAcoustic, lo hemos probado con más funciones, tratando de poner aún más a prueba esto de que los auriculares puedan recibir varias fuentes de sonido simultáneamente. Hemos llegado a poner el piano con su sonido digital, metrónomo digital (del piano), una pista rítmica de acompañamiento del propio piano y un audio en la tablet. Y el resultado fue que todo funcionaba perfectamente. Obviamente, no es cómodo porque son muchísimas cosas sonando al mismo tiempo y acabas loco, pero como experimento para ver hasta qué punto funcionaban sin bloquearse o sin aparecer latencia, fue todo un éxito.
También los hemos probado separando todo lo posible los auriculares del receptor y dentro de las distancias que recomienda el fabricante, siguen funcionando sin latencia y sin ningún tipo de problema. Si te alejas demasiado, se empiezan a notar una especie de crujidos extraños y si aún sigues distanciándote al escucharlos, pierdes la conexión. La distancia y la latencia lo hemos comprobado también en casa, utilizándolos para jugar a videojuegos y no hay ningún tipo de desfase imagen-audio.
Otro punto a destacar es la duración de la batería. Los usamos como 7 horas y no se apagaron. Eso sí, la duración total depende un poco de lo que los sobrecargues y las funciones que les mandes. Pero nunca nos duraron menos de 6 horas y si los usas exclusivamente para escuchar el sonido del piano digital te pueden aguantar incluso unas 8 horas. Tienen mucha autonomía y su tiempo de carga es de una hora, más o menos. Se cargan más rápido que el Ipad y eso se agradece. Cargarlos es muy fácil porque con ponerlos en la base ya está.
El punto negativo está en el peso. Algo malo tenían que tener. Cuando llevas un buen rato con ellos puestos, necesitas sacarlos, salvo que tengas el cuello súper ejercitado y musculado. Pero en general, resultan pesados. Al principio, con la libertad y la ilusión de tocar sin cables de por medio y con la calidad de sonido que escuchas, te olvidas de que pesan, pero cuando llevas un buen rato, tu cuello o la parte superior de la cabeza te lo empieza a recordar.
Por esta razón, pensamos que igual están pensados para un directo en el que los tengas una hora o así y no para que te pases 5 horas estudiando con ellos. Otro aspecto que nos hace pensar que están pensados para un directo o un ensayo de una banda es que tienen opción de escucha compartida. Aunque no lo hemos podido comprobar, según las instrucciones que vienen en la caja, se pueden conectar varios pares adicionales de auriculares del mismo tipo a la base para crear de esta forma una situación de escucha compartida para varios músicos.
La otra pega que hemos encontrado es que no siempre conecta a la primera, según el dispositivo que emparejes. A veces se necesitan varios intentos para emparejar el dispositivo correctamente.
Finalmente, queremos aclarar que aunque todas las reviews que se ven en Internet están hechas por guitarristas o publicadas en revistas para guitarristas, esto no quiere decir que sólo los puedan utilizar guitarristas. Cris es pianista y los auriculares no explotaron al utilizarlos con su piano ni con otros teclados digitales. Al fin y al cabo, los pianistas y los teclistas también somos músicos.
Si aún no sabes qué pedirle a los reyes magos o a Papá Noel, no dudes en añadir los Yamaha YH-WL500 a tu lista.