A pesar de llevar más de medio siglo entre nosotros, los pianos Rhodes son uno de los modelos que más dudas suscitan. Algo bastante normal, ya que hablamos de un piano eléctrico que necesita afinación, como un piano acústico. Entonces, ¿de que clase de piano estamos hablando?.
Analizando sus características y su funcionamiento, podremos entender el por qué de este piano eléctrico (que no electrónico)
Una aclaración histórica
Aunque mucha gente asocia Rhodes con Fender, el piano Rhodes fue creado en 1947 por Harold Rhodes, un inventor musical estadounidense que también tenía una red de escuelas de música. Fue en 1959 cuando Fender (la compañía de guitarras) adquirió la compañía de Rhodes y comenzó a fabricar modelos de teclados. Si te interesa, puedes averiguar más sobre los orígenes de los Fender Rhodes en este artículo.
Características.
La característica principal del piano Rhodes original es que en lugar de cuerdas posee una especie de diapasones (que tienen un solo brazo) de diferentes tamaños en función de la frecuencia de sonido a emitir.
De la misma manera que sucede con las cuerdas del piano, estos diapasones entran en vibración por el golpe que un pequeño martillo sobre un alambre de acero que va conectado a cada diapasón y se encuentra colocado justo debajo de ellos. Estos alambres de acero tienen otra especie de alambre enrollado en espiral que permite su afinación. Este es el motivo por el cuál a pesar de ser un piano eléctrico, debe ser afinado igual que sucede con uno acústico.
Estas vibraciones que se producen tras el golpe del martillo son captadas por un pick-up. Este pick-up se encuentra a unos milímetros de la punta de cada alambre y funciona como micrófono para emitir el sonido.
Afinación.
Para afinar un piano Rhodes es necesario, antes de nada, desenchufarlo de la corriente y luego desmontar las tapas y liberar el arpa (sujeta normalmente con cuatro tornillos).
Una vez tenemos el arpa liberada, hay que volver a conectarlo a la corriente. Como decíamos, el golpe de martillo emite vibraciones que son convertidas en sonido por los pick-ups. Así que sin corriente, no podremos escuchar lo que estamos afinando. Cabe decir que este procedimiento debe ser realizado por profesionales, ya que hay corriente en el proceso y hay que pellizcar con los dedos los alambres para conseguir el sonido. En el caso de que toquemos algo que no sea ese alambre en el lugar preciso, podremos correr peligro.
El proceso de afinación es bastante parecido al de los pianos convencionales. La diferencia está en que en el piano acústico apretamos la tecla y giramos unas clavijas y en el Rhodes, pellizcamos y enrollamos o desenrollamos la espiral de alambre antes mencionada. Si giramos desplazándonos hacia la punta del alambre, la afinación bajará, y viceversa.
Una vez terminado el proceso, hay que volver a desenchufar el Rhodes para poder armar todas las partes que se extrajeron al principio sin correr riesgos. Una vez montado, se enchufa de nuevo y estaría listo y afinado para tocar estupendamente.
Instrumentos similares.
Hacia 1976 Yamaha comenzó a fabricar los Pianos eléctricos Cp-70 y Cp-80. Eran una especie de pianos de cola pero de tamaño reducido y materiales diferentes. Lo que los diferenciaba de los pianos eléctricos de Rhodes era que los de Yamaha sí que poseían cuerdas, en lugar de alambres.
La vibración de las cuerdas de los modelos Cp-70 y Cp-80 también era captada por micrófonos, por lo que se afinaba de una manera similar a la del Rhodes.
La principal diferencia radica en que estos modelos podían dividirse en dos partes y así facilitar su transporte. La parte superior contenía las cuerdas y la estructura, mientras que la parte inferior se quedaba con el mecanismo, el teclado y unas patas extensibles.
