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El piano que tocó solo en Eurovisión

En plena resaca de Eurovisión, hemos podido ver cantidad de medios que recogían con estupor la actuación de Alika, la representante de Estonia. ¿El motivo? La puesta en escena de la actuación, que comenzaba con un piano tocando solo en el escenario, mientras Alika cantaba.

Sin entrar a valorar la actuación en sí, nos ha sorprendido que tantos medios pusieran el foco en el piano que toca solo, señalándolo como algo super novedoso. Lo cierto es que algunas marcas llevan desarrollando esta tecnología desde hace más de 25 años, así que de nuevo tiene poco. Si bien, es verdad, que no se suele mostrar abiertamente en una actuación.

La tecnología Disklavier de Yamaha

Durante la actuación se podía ver que el piano era de marca Estonia (sí, además del país, también es una marca de pianos). Sin embargo, no tenemos conocimiento de que esa marca cuente con tecnología para que el piano toque solo y, de tenerla, no sabemos cómo funciona. Es por eso que vamos a explicar, a grandes rasgos, cómo funciona la tecnología Disklavier de Yamaha, que es la que más conocemos.

Lo primero que hay que entender es que no se trata de un modelo en concreto que toque solo, si no que es una tecnología que se puede implementar en una gran cantidad de modelos.

Si bien, el hecho de que toque solo es muy vistoso, es un sistema que ofrece mucho más que eso. ofrece la capacidad de escuchar, grabar y reproducir interpretaciones en el piano de forma acústica, mediante unos electroimanes que accionan el mecanismo de manera autónoma. Para que nos entendamos, parte del mismo principio que las antiguas «pianolas» pero con la diferencia de que los matices y posibilidades de reproducción son infinitamente mejores.

Con Disklavier no solo se reproduce una grabación moviendo las teclas y los pedales que van sonando, sino que es capaz de representar la expresividad de cada pianista, siendo capaz de replicar con una exactitud increíble todos los matices de la grabación de cualquier artista.

A partir de ahí, las aplicaciones para los pianistas son interesantísimas. Por ejemplo, imaginemos que queremos interpretar una pieza de Manuel de Falla. Probablemente en la partitura no aparezcan las pedalizaciones o ciertos matices. Si se conserva una grabación de esa pieza del propio Falla, reproduciéndolo en el Disklavier podríamos ver cómo y en qué momento utiliza los pedales o analizar cualquier otro matiz que nos interese.

Agus Rodríguez
Agus Rodríguez
Creador de contenidos online y experto en marketing digital y RRSS. Cofundador de Maldito Piano. Amante del deporte y la buena comida. La música me ayuda a viajar cuando mi presupuesto no me lo permite.

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