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El misterio de la tumba del compositor Joaquín Gaztambide: unos tacones rojos en el lugar de su cuerpo.

Puede que a muchos no les suene el nombre de Joaquín Gaztambide, a pesar de ser unos de los compositores españoles más prolíficos del S XIX. Fue especialmente reconocido por su labor componiendo zarzuelas. Tanto es así que, tras su muerte, fue despedido con todos los honores en Madrid ( donde vivía) y, más tarde, reclamado en su ciudad natal, Tudela, para crearle un panteón.

Sin embargo, el traslado de su cuerpo a Tudela no resultó sencillo. Es por eso que había la sospecha de que no fuese su cuerpo el que reposaba en el panteón familiar. El pasado martes, se abrió su tumba para comprobar si allí reposaban sus restos y se confirmó la sospecha.

Joaquín Gaztambide es uno de los vecinos más ilustres de Tudela, así que a la exhumación de la tumba asistieron toda clase de autoridades. El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, representantes de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, el antropólogo Paco Etxeberría y hasta el biznieto del compositor, también llamado Joaquín Gaztambide, estaban presentes cuando se extrajo la tumba de latón del nicho. Todo parecía que iba bien, pues se había enterrado al compositor en esa tumba de latón. Sin embargo, al abrir la tumba, el cuerpo de Gaztambide no estaba. En su lugar había el cuerpo de una mujer que había sido enterrada con unos zapatos de tacón rojo.

Un problema con los traslados

Joaquín Gaztambide murió en Madrid en 1870. Fue despedido por todo lo alto: su cuerpo fue embalsamado por el Museo Antropológico (donde aún se conserva su hígado) y el féretro paseado por toda la ciudad en un ataúd de latón con ventana de cristal, para ser despedido por sus vecinos. Tras esto, fue enterrado en el cementerio Patriarcal de la ciudad.

En 1921, el ayuntamiento de Tudela quiso construirle un panteón y consiguió que se autorizara el traslado del cuerpo desde Madrid. Sin embargo, cuando se trasladó el cuerpo a Tudela, no tenían una tumba preparada, así que el cuerpo se depositó en la capilla familiar de los Garbayo. Allí descansó hasta que, en 1941, fue trasladado a un nicho del cementerio.

Parece ser que, en 1955, cuando por fin iba a ser trasladado al proyectado panteón, se abrió la tumba para comprobar que estaba su cuerpo. Aquí descubrieron que, en su lugar, estaba el cuerpo de una mujer con unos tacones rojos. En ese momento se cerró la tumba y se olvidó la idea del panteón.

Es evidente que, entre tanto traslado, en algún momento hubo un error y se extravió el cuerpo de Gaztambide. Ahora el ayuntamiento ha de deshacer el camino recorrido por el cadáver del compositor con la esperanza de encontrarlo.

Agus Rodríguez
Agus Rodríguez
Creador de contenidos online y experto en marketing digital y RRSS. Cofundador de Maldito Piano. Amante del deporte y la buena comida. La música me ayuda a viajar cuando mi presupuesto no me lo permite.

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