Acabamos de conocer la triste noticia de que hace dos días falleció Gerhard Weilheim, conocido mundialmente como Gerry Weil. Gerry fue un excelente músico que nació en Austria en 1939 pero que desarrolló gran parte de su carrera en Venezuela, donde falleció. Su trayectoria como pianista, compositor, arreglista y profesor, le valió su reconocimiento como El maestro del jazz venezolano. La mayoría de los artistas coinciden en que su obra musical es una de las más valiosas dentro del jazz venezolano.
Su primer contacto con la música fue a la edad de 6 o 7 años. Y desde aquí ya comenzó a interesarse por el jazz, un hecho poco fortuito si tenemos en cuenta lo que estaba sucediendo en esa época. En los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, los aliados acababan de lograr su victoria en Europa. Precisamente, esas tropas norteamericanas llevaron consigo el jazz, por lo que ciudadanos como Gerry comenzaron a sentirse fascinados por las melodías de artistas como Glenn Miller.
Su educación musical más profunda e influyente para su carrera tuvo lugar en Venezuela, país al que emigró con su familia en los años 50. A sus 17 años, Gerry recibió lecciones de grandes músicos como Tito Fuentes, Eduardo Cabrera o Rubén Jacpo. Tiempo después comenzó a formarse a través de cursos por correspondencia de la universidad de Berklee (EEUU).
En el año 1970 fundó La Banda de Gerry Weil y en 1972, La Banda Municipal, la cual se caracterizaba por fusionar música tradicional venezolana con ritmos contemporáneos y jazzísticos.
Durante los años 1974 y 1981 se establece con su familia en una finca en Mérida. Aquí se centró en estudiar la música de Bach al piano. Por esta razón, sus conciertos durante esta época eran tan diversos que en un mismo recital escuchabas desde fugas de Bach hasta ragas hindúes. A finales de 1981 regresó a Caracas para retomar e impulsar su carrera musical, alternando su faceta de intérprete con la de docente.
El año 1982 fue un año especial porque participó en el Festival de Jazz de Berlín con su banda. Desde este año su música pega un giro y Gerry comienza a experimentar con los instrumentos electrónicos y la tecnología MIDI. Desde entonces, aparecen estos sonidos e instrumentos en casi toda la música que compone. Esto también le valió su consagración como el pionero en el manejo de tecnologías musicales en Venezuela. Durante estos años también produjo discos para artistas como Desorden Público o Tulio Chuecos. Tras esta etapa, trató de volver nuevamente a lo que él consideraba sus raíces y un sonido más puro.
Toda su trayectoria se vio recompensada en diferentes ocasiones a lo largo de su vida. Recibió importantes premios y reconocimientos como el Premio Nacional de Música (2008), la Orden al Mérito de la República de Austria (2009), o el Premio Pepsi 2020 por su canción Ananda de su álbum Sabana Grande.
Ahora nos quedarán para siempre sus grabaciones y el legado que él mismo transmitió a sus estudiantes. Entre sus alumnos más destacados se encuentran Otmaro Ruiz, Ilan Chester, Pedro Eustache, Luis Perdomo, Lorenzo Barriendos, Huáscar Barradas, Prisca Dávila, Silvano Monasterios y Joseph Costi. Hace un año aproximadamente nuestra compañera Cris Rodríguez tuvo ocasión de entrevistar a Otmaro Ruiz. Puedes verla en este enlace. Merece mucho la pena porque en ella el gran músico de jazz compartió con nosotros unos interesantísimos consejos para cualquier pianista o teclista.
Para acabar, te dejamos con uno de sus temas más populares a día de hoy.