Hoy es 22 de noviembre, día de la patrona de los músicos, Santa Cecilia. Una de las mártires más venerada en la cristiandad y que suele representarse siempre con un instrumento musical o cantando. Pero, ¿por qué Santa Cecilia es nuestra patrona y quién lo decidió?
Según cuenta la leyenda, Santa Cecilia era miembro de una poderosa y adinerada familia romana. Pero Santa Cecilia sentía un ferviente amor por Dios y decidió realizar penitencias en honor a él, además de ofrecerle y guardarle su virginidad. Su padre no estaba de acuerdo con esto y decidió casarla.
En su noche de bodas, Santa Cecilia le dijo a su reciente marido que un ángel del señor velaba por ella, y que si la tocaba como marido, el ángel se enfadaría y él sufriría las más terribles consecuencias. El marido le pidió ver al ángel para creerla, pero ella le contestó que solo podría verlo si se bautizaba. Así que el hombre se bautizó y, cuando regresó a casa, vio al ángel colocándole una corona celestial a su esposa. Desde entonces, el propio Papa Urbano comenzó a realizar bautizos en esa casa.
Llegado a este punto de la historia igual te estás preguntando qué tiene que ver todo esto con la música. Pues bien, la misma leyenda dice que Santa Cecilia se pasó toda la ceremonia de bodas rezándole y cantándole a Dios mientras los músicos tocaban.
Debido a su fe Cristiana y a estos hechos, fue torturada hasta su muerte, entre el año 180 y el 230 d. c. (no se sabe el año exacto). En su tortura, primero intentaron matarla en las termas de su propia casa. No lo consiguieron y, a pesar del sufrimiento, la joven cantaba cada vez más al Señor.
Tras ese intento fallido, sus propios padres llamaron a un verdugo para que le cortara la cabeza. Según la Iglesia, el verdugo dejó caer tres veces con toda su fuerza el hacha sobre el cuello de Santa Cecilia, sin éxito. Al no conseguirlo y ver que la joven seguía cantando a Dios, el verdugo huyó corriendo y la dejó ensangrentada con un pequeño tajo en el cuello. A pesar de no morir en el momento, Santa Cecilia falleció a los tres días.
El Papa Gregorio XIII, en 1594, fue quien la nombró patrona de los músicos porque según él, la Santa había demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos y los relacionaba con Dios. Además, poseía un gran gusto por la música y como era de familia patricia, sabía tocar diferentes instrumentos. Estas razones le bastaron al Papa para convertirla en nuestra patrona.
El día que marcó el Papa en el siglo XVI ha llegado a nuestros días y, en la actualidad, ha pasado a ser un día marcado en todo el mundo, tanto para creyentes como para no creyentes.
