Hay un temido momento que llega a la vida de todo aprendiz de piano. Tocar en una mano corcheas y en otra tresillos. Resulta frustrante ver que algo que entiendes a la perfección por separado, se te atasca constantemente tan pronto intentas juntarlo. Pero ¿por qué cuesta tanto tocarlos al mismo tiempo?
El motivo es sencillo. Piensa en lo que has aprendido sobre los compases, los pulsos y las subdivisiones. Si aún no lo dominas, vamos a hacer un repaso rápido y breve:
El compás, la división y la subdivisión:
El compás es la forma que tenemos de distribuir los pulsos (unidad básica de tiempo y de medida) en torno a un acento principal. Para separar unos de otros, utilizamos las barras de compás. Los compases pueden ser binarios si tienen dos pulsos (algo equivalente a decir que tienen dos partes), ternarios si tienen 3 pulsos o cuaternarios cuando tienen 4 pulsos.
El pulso de un compás puede subdividirse de forma binaria y ternaria. La subdivisión binaria se obtiene cuando cada pulso está formado por 2 unidades, como 2 corcheas. La subdivisión ternaria es la resultante de que cada pulso se componga de 3 unidades, como 3 corcheas. Estos compases, en vez de con un 4 se representan con un 8. El compás de 3/8 tiene un único pulso formado por 3 corcheas, el de 6/8 tiene 2 pulsos de 3 corcheas cada uno, el de 9/8 tiene 3 pulsos de 3 corcheas cada uno y el de 12/8 tiene 4 pulsos de 3 corcheas cada uno. A continuación puedes ver cómo se representa un compás de 12/8.
Como ves, es como un 4/4 porque tiene 4 pulsos, pero en cada pulso entran 3 corcheas en lugar de 2. Por eso, el 4/4 es un compás cuaternario (4 pulsos) y de subdivisión binaria (2 corcheas) y el 12/8 es un compás cuaternario (tiene 4 pulsos) pero de subdivisión ternaria (en cada parte entran 3 corcheas).
El tresillo.
Sin embargo, en la música todo tiende a complicarse y puede darse el caso de que en un compás de subdivisión binaria, donde debería haber 2 corcheas por pulso, aparezcan 3. Estos son los llamados tresillos. Cuando colocamos 3 corcheas en el sitio de 2. Se identifican fácilmente porque siempre llevan un 3 encima, tal y como ves en la siguiente imagen. Puede aparecer simplemente el número 3, o el número con una ligadura/corchete.
Juntando tresillos en una mano con corcheas en la otra.
Conforme avanzamos en nuestro aprendizaje, comienza a ser bastante habitual encontrarnos con partituras en las que una mano debe hacer un tresillo de tres corcheas al mismo tiempo que la otra mano hace 2 corcheas. Y esto por separado lo sabemos hacer a la perfección. Pero en el momento de hacerlo simultáneamente no nos sale del todo bien.
Estamos haciendo una polirritmia, o 2 ritmos al mismo tiempo. Uno de subdivisión ternaria (3 corcheas) y otro de subdivisión binaria (2 corcheas). Y al cerebro le cuesta hacer dos cosas diferentes al mismo tiempo.
Vamos a ver un pequeño truco que puede ayudarte. Es muy sencillo y sólo tienes que pensar en subdividir.
Sabes que una corchea se subdivide en dos semicorcheas. Por tanto mira el tresillo como si fueran 6 semicorcheas.
Para ver donde cuadrar la segunda corchea con respecto a las semicorcheas que compondrían el tresillo, dividimos las 6 semicorcheas en 2 grupos iguales, obteniendo 3 y 3. En la imagen se marcó esta división con dos palitos (I) en el empiezo de cada uno de los grupos. Pues justo ahí es donde tocaría dar cada corchea de la mano izquierda.
Practícalo pensándolo de esta forma. Poco a poco, te darás cuenta de que la segunda corchea de la mano izquierda va justo después de dar la segunda del tresillo en la derecha, por eso en las partituras, la segunda corchea está visualmente colocada después de la segunda corchea del tresillo, y no justo encima.
A continuación puedes ver un ejemplo pero justo al contrario, con los tresillos en la izquierda y las corcheas en la derecha. Visualmente ayuda darse cuenta de la colocación «desplazada» de las corcheas. Es una forma de ver dónde tenemos que tocarla.
Seguro que ni te habías fijado en estos detalles. Pero seguro que ahora te saldrá mejor y lo irás progresando poco a poco, sin atascarte ni frustrarte.
Y si ves que te cuesta visualizarlo, antes de tocarlo al piano, agarra un bolígrafo en cada mano, y practica percutiendo esta rítmica contra una mesa. Funcionará seguro.