John Meffen es un conocido autor de libros dedicados a pianistas. Entre ellos, están «De la creatividad al piano» o su espectacular «Mejore su técnica de piano«, libro de lectura obligatoria en múltiples conservatorios.
Precisamente el libro de Mejore su técnica de piano, incluye el subtítulo «Manual práctico con sugerencias y consejos para perfeccionarse como pianista«. En él vemos una evolución desde los consejos para aspectos tan básicos como el piano o la posición, hasta temáticas tan complejas y controvertidas como el ataque, la digitación, el fraseo, los pedales, la memorización… Y ¡Sorpresa! todos los capítulos incluyen una serie de preguntas finales que se supone que deberíamos saber contestar tras su lectura (algo así como una evaluación/examen).
A nosotros uno de los capítulos que más interesantes nos ha parecido es sin duda el tercero, titulado Métodos para prevenir y corregir errores.
Piensa sin tocar.
Primero y antes de nada, es necesario que te tomes tu tiempo para meditar y pensar en ese pasaje que te sale mal, o aquél punto exacto en el que siempre tropiezas al tocar una determinada obra.
Es muy importante saber dónde cometemos errores, visualizarlos y analizarlos. Así podremos trabajar en las soluciones.
Aisla los errores.
No te dediques a tocar la obra de arriba a abajo sin más. Si te limites a repetir y repetir y repetir sin modificar nada, lo único que estás haciendo es afianzando el/los fallos. Y esto es de todo menos útil.
Haz todo lo contrario. Ve a la partitura al pasaje que tienes visualizado y muy pensado. Ahora céntrate exclusivamente en ese compás o grupo de compases y olvídate del resto de la obra. Estudia ese pequeño fragmento muy lento y juega con él.
Añade rítmicas diferentes, articulaciones variadas, dinámicas cambiantes… Asegura la digitación y controla lo que debe hacer cada dedo y cada músculo, hasta que seas tú el que domina el pasaje. Si aún así no funciona, podríamos estar ante un problema de bloqueo cerebral o nervioso, que nada tiene que ver con nuestra técnica. Pero para eso también hay solución.
Tips para mejorar bloqueos y fallos viciados.
- Comienza a tocar la obra a velocidad lenta unos cuantos compases antes del lugar donde te bloqueas o fallas. Es importante subrayar la palabra lento, ya que te tiene que dar tiempo a pensar en lo que realmente estás tocando, nota a nota.
- En ese tiempo entre nota y nota pregúntate a ti mismo: qué estas tocando, qué nota viene luego, qué dedo utilizarás a continuación, su duración y también su dinámica.
- Concéntrate y oblígate a hacerlo lento y de forma correcta. Lo más difícil es resistir la tentación de correr o sobre todo, de desconcentrarse.
- No ignores el error. Y sobre todo, no trates de disimularlo. Céntrate en descubrir qué necesitas para solucionarlo (buena digitación, coordinación, concentración, etc.).
- Cuanto más te acerques al error, tu cabeza te enviará sensaciones y pensamientos de inseguridad. ¡Continúa concentrado en tu tarea! Si le haces caso a esos pensamientos, entrarás en una espiral de errores.
- En ese punto, haz más caso que nunca a los consejos iniciales de pensar nota a nota. Y sobre todo, trata de continuar e incluso párate justo al dar las notas donde solías fallar. Examínate dándolas bien y quédate con esas sensaciones y observaciones. Mantén pulsadas esas teclas mientras te tomas tu tiempo para pensar en ello.
- Si diste las notas correctas, vuelve a repetir el proceso. Y si las fallaste, repítelo también, para mejorarlo. Si lo repites, afianzarás los movimientos correctos e irás detectando aquellos que te conducían al error, y así podrás evitarlos antes de que se te note en tu interpretación.
- Una vez que sabes qué te conducía al error y en qué fallabas, es importante que te quedes con la causa y su origen para que no te suceda en otras ocasiones.
Poco a poco todo este tiempo de pensar se irá reduciendo, hasta que el pasaje queda igualado al resto de la obra.
No obstante, a veces no somos conscientes de que estamos cometiendo errores, y por eso, es importante que nos supervise un buen profesor de piano. Es frecuente que las labores autodidactas conlleven una serie de riesgos y carencias.
Finalmente, recuerda que lo más importante para corregir los errores es que ¡No te engañes a ti mismo!