Los 5 mejores conciertos para piano del Romanticismo.

La semana pasada compartíamos contigo nuestra selección de los mejores conciertos clásicos para piano y orquesta. Esta vez, vamos a quedarnos con los 5 mejores de la siguiente etapa musical: El Romanticismo.

S. Rajmáninov. Concierto para piano y orquesta nº 2, Op. 18.

Rajmáninov compuso este concierto nada más entrar en el siglo XX, entre octubre de 1900 y abril de 1901. La obra se estrenó oficialmente el 27 de octubre de 1901 con el propio Rajmáninov como solista al piano y con su primo A. Ziloti de director de la orquesta. Sin embargo, hubo una especie de preestreno el 2 de diciembre de 1900 en el que se tocaron el segundo y el tercer movimiento, también con el propio compositor como pianista.

La obra está compuesta en la tonalidad de do menor y está formada por 3 movimientos. Es una de sus composiciones más famosas a día de hoy y en su momento le proporcionó un fuerte reconocimiento y relevancia como compositor. Todo lo contrario de lo que le sucedió un par de años antes con su Sinfonía nº 1 por la que fue duramente criticado y ridiculizado, haciéndole caer en una fuerte depresión. Afortunadamente, con este concierto pudo restaurar su ánimo y su fama.

P. Chaikovski. Concierto para piano nº 1, Op . 23.

Chaikovski compuso su primer concierto para piano y orquesta en 1875. El estreno fue ese mismo año en Boston con Hans von Bülow al piano.

La obra está compuesta en la tonalidad de Si bemol menor y posee 3 movimientos. A día de hoy es su obra más famosa, aunque según los musicólogos no es la más interesante a nivel teórico y compositivo.

Chaikovski le presentó el primer movimiento de su primer concierto a Nikolai Rubinstein en las navidades de 1874 para conocer su opinión. Lamentablemente, ésta no pudo ser más negativa. Rubinstein rechazó su partitura y le dijo que era imposible tocarla tal y como estaba escrita y que debía rehacerla. Chaikovski se negó a tirar lo que había hecho y decidió acudir junto al pianista Hans von Bülow, a quien le encantó y por eso fue el pianista que la estrenó. Con el paso de los años, Rubinstein fue cambiando su opinión sobre Chaikovski y se acabó convirtiendo en uno de los mejores intérpretes de su obra.

F. Chopin. Concierto para piano nº 1, Op. 11.

Chopin compuso su concierto para piano n.° 1, en mi menor, op. 11 en 1830, a sus 20 años de edad. La obra se estrenó el 11 de octubre de ese mismo año, en el Teatro Nacional de Varsovia, en uno de sus conciertos de despedida cuando iba a abandonar Polonia. El propio Chopin interpretó la parte de solista en el estreno.

La curiosidad más grande de este concierto, es que, aunque es el primer concierto de Chopin que se publicó, y por eso recibe el nombre de nº 1, en realidad no es el primero. Este concierto lo escribió justo después del estreno del que se publicaría como su concierto nº 2. Es decir, el primero realmente es el segundo, y el segundo es el primero.

Posee 3 movimientos y en su momento ya fue todo un éxito.

Chopin dedicó el concierto a Kalkbrenner, un pianista y compositor al que admiraba profundamente. 

E. Grieg. Concierto para piano en la menor, Op. 16.

Es el único concierto para piano y orquesta que Grieg finalizó. Lo compuso en 1868 y se estrenó en ese mismo año en Copenhague.

Grieg admiraba la obra de Schumann y compuso su concierto para piano inspirándose fuertemente en el de Schumann, conservando incluso la misma tonalidad (la menor), pero añadiéndole ciertos toques de su propia personalidad y de la música tradicional noruega.

La obra posee 3 movimientos y gozó de gran popularidad ya desde el momento de su estreno. Hasta el mismísimo Liszt la interpretó en público durante la visita de Grieg en Roma. A pesar de que Grieg disfrutaba de las interpretaciones que famosos intérpretes realizaban de su concierto, llegó a revisar la partitura siete veces. La última fue en 1907 y es la versión que se suele interpretar en la actualidad.

M. Moszkowski. Concierto para piano en mi mayor, Op. 59.

Moszkowski fue un compositor alemán nacido en Polonia a mediados del siglo XIX y que llegó a componer de todo. Por desgracia, gran parte de sus composiciones han caído en el olvido y a día de hoy se le recuerda casi exclusivamente por sus composiciones para la mano izquierda.

De sus 3 conciertos para piano y orquesta, el más interpretado a día de hoy es el segundo, el concierto en mi mayor Op. 59, que compuso en el año 1898. Muchos estudiosos lo consideran el último concierto romántico.

Moszkowski le dedicó esta composición a Josef Hofmann, uno de sus alumnos de piano más brillantes. Es un concierto estructurado en cuatro movimientos y dura aproximadamente 40 minutos.

¿Te ha gustado nuestra selección? Seguramente añadirías alguno más a la lista, como el de Schumann o el de Brahms. No dudes en comentárnoslo y tomaremos nota para un próximo artículo.