La independencia de las manos y los dedos es, quizá, una de las aptitudes más complicadas que debe adquirir un pianista. Debemos de tener la coordinación suficiente para que los dedos de nuestra mano izquierda hagan una cosa, mientras que los de la derecha hacen otra distinta. Cuando empezamos a tocar, parece tarea imposible y nuestro cerebro cortocircuita. Por suerte, como en todo en la vida, hay ejercicios para que desarrollemos esta capacidad. En anteriores tutoriales ya hemos visto ejercicios para trabajar esto de manera más o menos básica. Esta vez nos enfocaremos en unos ejercicios para trabajar la independencia de manos y dedos desde una manera sencilla hasta un nivel un poco más avanzado.
En cuestión independencia, la clave está en la práctica. Nuestros dedos aprenden por repetición, debido a la memoria muscular. Por eso es preciso empezar muy despacio, fijándonos mucho en la posición de los dedos y, poco a poco, ir ganando velocidad.
El último ejercicio está pensado para quien ya tiene cierta independencia y quiera ganar más. Para ello utilizaremos la escala de La menor melódica con la combinación natural al descender. Esto significa que al subir tendremos unas alteraciones que no encontraremos al bajar. En el ejercicio que planteamos, nos encontraremos que nuestras manos empiezan haciendo lo mismo, para luego separar sus movimientos y acabar juntas otra vez.
Al principio se hace un poco complicado, pero con práctica todo se consigue. ¡Esperamos tus comentarios!