Sotheby’s, la prestigiosa casa de subastas de artículos de lujo, subastará el próximo día 6 de septiembre dos pianos muy especiales por haber pertenecido a dos estrellas de la música: Freddie Mercury y John Lennon.
El piano Yamaha G2 de Freddie Mercury.
Tras salir al mercado el tercer disco de Queen, Freddie Mercury deseaba cambiar su viejo piano vertical por uno de cola de mayor calidad y con una sonoridad que le resultase especial tanto para componer como para divertirse tocando. Eso sí, a parte de tener un buen sonido, Freddie insistía en que el piano tenía que encajar perfectamente en la sala de estar de su vivienda de Holland Road, en Londres. Después de recorrer varias tiendas y almacenes de pianos, Freddie eligió un piano de media cola de la marca Yamaha, modelo G2. Por aquel entonces (1975) Freddie pagó unas mil libras y ahora se estima que se venderá por unos 3 o 4 millones. Su número de serie es el E1683689 y se construyó en 1973.
Freddie Mercury comenzó a utilizar de inmediato su nuevo piano y pasó a componer en él todos los siguientes temas de Queen e incluso los suyos propios. Su piano se hizo especialmente famoso tras crear con él su tema más conocido: Bohemian Rhapsody. Además, se sabe que Freddie mandó llevar este piano desde su casa a varios escenarios para conciertos que él consideraba especiales.
Otros artículos de Freddie Mercury que también se subastarán junto con el piano son la famosa corona con la capa, o la letra manuscrita de la canción We are the champions.
El piano Baldwin Lennon-Ono-Green-Warhol.
En 1978 Lennon compró un piano de cola Baldwin en la tienda que esta compañía tenía en Nueva York. Concretamente, compró el piano Baldwin Concert Model D, fabricado en 1929 y con el número de serie 59596. A día de hoy se le conoce como el piano Lennon-Ono-Green-Warhol porque aunque Lennon lo compró, el piano con el tiempo pasó por todos esos célebres dueños.
Tanto Lennon como Yoko Ono utilizaron este piano, hasta que se lo regalaron a Sam Green, ex director del Instituto de Arte Contemporáneo de la Universidad de Pensilvania y gran mecenas del arte pop estadounidense. Cuando se lo regalaron, pusieron en el piano una placa con una dedicatoria. Puedes verla en la siguiente imagen.
Años después, en 1983, Sam le cedió este piano tan especial a su gran amigo Andy Warhol, quien lo instaló en sus famosos estudios de Nueva York. Cuatro años después, en 1987 Warhol falleció y Sam donó el piano a la Academia de Arte de Nueva York. Por motivos desconocidos, el piano desapareció de esta academia en 1999 y se le perdió la pista.
Según la versión de su legítimo dueño, él quería que la academia le devolviese el piano, pero le dijeron que no podía ser porque ellos asumían que el piano era una donación en vez de una cesión y habían decidido venderlo a alguien de Alabama. Aunque Green puso demandas y siguió todos los procedimientos legales posibles, nunca llegó a recuperar su piano.
Finalmente, el piano apareció en 2003 cuando se supo que ese mismo año lo había comprado Mansoor Emeral Shaool. Tras darle un uso personal, en 2018, Mansoor lo donó a un prestigioso y elitista internado privado de Pensilvania, llamado Mercersburg Academy. A día de hoy, la directiva de la escuela quiere subastarlo para recaudar dinero para ofrecer becas de estudios en su institución. Se estima que su precio en subasta alcance los tres millones de libras, aunque el precio de salida será de 780.000 libras.
