Pocas veces un piano cobra tanto protagonismo como el que tuvo estas navidades el piano recubierto de oro del Palacio de Buckingham.
Pongámonos en antecedentes. Es el día de Nochebuena y, antes de la cena familiar, algunos monarcas de diferentes países tienen como tradición dirigirse a sus vasallos para felicitarles la Navidad y, de paso, decirles que sean buenos, que todo va bien y que no hay que cambiar mucho las cosas, que a ellos les va así.
En esas estaba la reina Isabel de Inglaterra, haciendo especial hincapié en el momento de crisis económica que pasaba el país y hablando de austeridad, mientras daba su discurso en una de las exhuberantes salas del Palacio de Buckingham, con un piano bañado en oro de fondo.
Este hecho no pasó desaparcebido para muchos ingleses que pronto empezaron a criticar a su reina por el detalle. En poco tiempo se convirtió en uno de los temás más comentados en las redes inglesas.
Un piano de estilo rococó fabricado con materiales nobles: caoba, ébano y marfil bañado en oro.
Así fue como el piano tuvo su momento de gloria estas navidades. Y como no estamos aquí para hablar de política, sino de pianos, vamos a analizarlo.
Su web de la Royal Collention Trust, se trata de un piano contruido en 1856 por Sébastian Erard. Su marca, la casa Erard. fabricaba instrumentos para la reina Maria Antonieta y el resto de la nobleza francesa del S XVIII. Este piano, encargo de la reina Victoria, es de estilo rococó y está compuesto por diferentes materiales como la madera de pino, la caoba, el ébano y el marfil. Su llamativo color dorado se debe a la técnica de gliding, que consiste en aplicar una delgada capa de oro a cualquier superficie.
Curiosa vida la de este piano que, tras ser el centro de la creación musical en el Palacio de Buckingham, con el que se tocaban oberturas y sinfonías de todo tipo, ha podido ser apreciado por todo el pueblo…. aunque sigan sin poder escucharlo.