Joao Carlos Martins fue durante décadas el pianista más aclamado de todo Brasil. Considerado uno de los mejores intérpretes de la música de Bach de nuestra época, una serie de accidentes y una enfermedad degenerativa le obligaron a dejar el piano a principios de la década del 2.000
Pero como buen amante de la música, lo que obligó a Joao Carlos Martins a dejar el piano, no pudo separarlo de su pasión. Desde que dejó el piano, Martins se centró en su labor como director.
Sin embargo, en marzo del año pasado, tuvo que retirarse definitivamente. 24 cirugías en sus manos no fueron suficientes para frenar los dolores provocados por su enfermedad.
Joao Carlos Martins nunca superó la idea de no poder tocar nada más que canciones lentas, con dos solos dedos, en su piano. En sus propias palabras: «Desde que perdí mis herramientas, mis manos y no puedo tocar el piano, siento que habita un cadáver dentro de mi pecho».
Sin embargo, unos días antes de Navidad, Martins convocó a sus amigos en un famoso bar de Sao Paulo. Allí les mostró el mejor regalo que tuvo en su vida. Un par de guantes biónicos, desarrollados especialmente para él, que le permiten volver a tocar como lo hacía antes.
A sus 79 años, puede volver a tocar su viejo piano Petrof. Quizás ya no es el gran pianista que fue hace años, pero volver a tocar le ha devuelto la ilusión.