Sin duda, Keith Jarret es uno de los pianistas más influyentes de las últimas 6 décadas. Niño prodigio y genio de la improvisación, siendo un veinteañero ya pululaba por las mejores bandas de jazz del momento, como el cuarteto del saxofonista Charles Lloyd o la banda eléctrica de Miles Davis.
Aunque se especializó en un estilo de jazz muy propio y personal, Keith Jarret ha tocado todos los estilos que ha querido y se ha movido siempre entre los mejores como pez en el agua.
Desde su primera grabación con Art Blakey y sus Jazz Messengers en 1966, Keith Jarret fue una constante en la escena jazz. Durante los 70, fue una figura fundamental para el auge de sellos como Atlantic, Impulse! y ECM. Sería con esta última discográfica con quien grabaría discos como Facing You, donde encontró su fórmula del éxito más personal.
Tampoco le hacía ascos al clásico, interpretando a grandes maestros como Bach, Händel o Shostakóvich. Incluso se atrevió a interpretar a Mozart junto con Chick Korea y la New Japan Philharmonic en 1985.
En lo personal, siempre fue un gran misterio. Ya en sus inicios, Miles Davis le hizo una pregunta que siempre esquivó: «Keith, ¿qué se siente al ser un genio cómo tú?».
Keith siempre dijo que la música no podía expresarse con palabras. Sin embargo, abrió las puertas de su casa al crítico Wolfgang Sandner, que en 2015 publicó su biografía. Ahora, por fin, podemos disponer de esta biografía en castellano, publicada por la editorial Libros del Kultrum, bajo el nombre Keith Jarret, una biografía.
Una nueva manera de acercarse al genio de Pensilvania, al que siempre recordaremos tocando e improvisando a solas sobre el escenario, con los ojos cerrados, como en trance, mientras se mece al son de su música.
